Una pareja de tres (2008)

“Una pareja de tres” es una comedia familiar que, a primera vista, parece seguir una fórmula ya bastante trillada: pareja joven, nuevas dificultades en el matrimonio, y un elemento inesperado que estropea la vida. Sin embargo, la película de Frank Coraci logra trascender esa fórmula gracias a un guion inteligente y actuaciones sólidas, ofreciendo un entretenimiento agradable y a menudo, sorprendentemente divertido. La premisa, la llegada de un perro gigantesco a la vida de John y Jenny, es el catalizador para explorar las tensiones latentes en su relación y la dificultad de adaptarse a una nueva etapa en sus vidas.

El guion se basa en una observación realista de la vida cotidiana de una pareja joven. La película no busca la grandilocuencia ni el humor negro, sino que se centra en las pequeñas frustraciones, los silencios incómodos y las disputas triviales que surgen al intentar construir una vida juntos. La dirección de Coraci es cuidadosa, permitiendo que el ambiente de West Palm Beach, con su sol y su ritmo relajado, contraste con la creciente caos en la casa de los Grogan. Este contraste, más que un recurso visual, se traduce en una sensación palpable de desorden y estrés, que refleja la situación emocional de la pareja.

Las actuaciones son uno de los puntos fuertes de la película. John Cusack, en el papel de John Grogan, ofrece una interpretación natural y honesta, transmitiendo la inseguridad y el deseo de proteger a su esposa. Paula Pell, como Jenny, aporta una presencia constante y un toque de sarcasmo inteligente al interpretar a una mujer que lucha por mantener la calma y el sentido del humor frente a la avalancha de problemas causados por su nuevo perro. Sin embargo, la verdadera estrella de la película es el Labrador, interpretado de forma convincente por un perro real, que logra generar una conexión genuina con el público. La película no sobreentiende al animal; su comportamiento, desde las travesuras infantiles hasta las demostraciones de afecto, es creíble y aporta un humor toral y esencial.

Si bien la trama central se centra en el perro, la película también explora temas más amplios, como la comunicación en la pareja, la adaptación a un nuevo entorno y la importancia de la paciencia. No es una película que redefine el género de la comedia familiar, pero sí ofrece una mirada sincera y divertida a los desafíos de la vida moderna. El ritmo es dinámico, la banda sonora es agradable y las risas abundan, especialmente gracias a las escenas en las que el perro se mete en problemas. Sin embargo, algunos momentos pueden resultar un tanto predecibles y la resolución de algunos conflictos se siente ligeramente apresurada. Aun así, es una película entretenida y reconfortante que, en última instancia, celebra la importancia del amor y la familia.

Nota: 7/10