Una tribu en la cancha (1994)

“Una tribu en la cancha” (originalmente “Tribes” en inglés) es una película que, a primera vista, podría parecer una mezcla improbable de drama deportivo y conflicto social. Y, en efecto, lo es, aunque la película consigue, con cierta maestría, tejer una narrativa que, a pesar de sus momentos de torpeza, resulta sorprendentemente conmovedora. La historia de Jimmy Dolan, un entrenador desesperado por reavivar la llama de su equipo y, más aún, por el reconocimiento, nos lleva a lo más profundo de África en busca de Saleh, un joven prodigio del baloncesto cuyo talento natural eclipsa a cualquier promesa americana. La premisa, basada en un vídeo casero que Dolan encuentra en Internet, es un punto de partida interesante, pero el guion oscila entre lo cliché y lo original, con momentos que se siente predecible.

La dirección de Peter Chelsom es, en general, competente. Logra transmitir el contraste entre la frialdad y la ambición de Dolan, un hombre que, a pesar de sus buenas intenciones, se revela más frío y calculador de lo que aparenta. La filmación en África es visualmente rica, empleando colores vibrantes y una fotografía que captura la belleza salvaje del entorno y la cultura de la tribu. Sin embargo, la película, en ocasiones, se pierde en descripciones excesivas de la vida en la comunidad, lo que ralentiza el ritmo y disminuye el impacto emocional. El director no explora a fondo el contexto cultural de la tribu, limitándose a mostrarla como un mero telón de fondo para el drama deportivo.

Las actuaciones son, en su mayoría, sólidas. Michael Shannon, como Jimmy Dolan, ofrece una interpretación magnética, capaz de transmitir la ambición desmedida, la frustración y, en algunos momentos, incluso una pizca de humanidad. Su química con el actor principal de la tribu, Djimon Hounsou, es el corazón de la película. Hounsou está particularmente convincente, proyectando una mezcla de orgullo tribal, sabiduría ancestral y un profundo amor por su comunidad. El resto del elenco, aunque menos desarrollado, realiza su trabajo con diligencia. La película, a pesar de sus intentos de abordar temas como la explotación de recursos naturales y el choque cultural, a menudo se centra en el melodrama personal de los personajes principales.

No obstante, el guion, a pesar de sus esfuerzos por ser socialmente consciente, carece de la profundidad necesaria para abordar con realismo las complejas dinámicas de la situación. La resolución, aunque satisfactoria en términos de competición deportiva, es un tanto simplista y poco convincente. La película, en definitiva, es un entretenimiento decente, pero que, en lugar de plantear preguntas profundas, ofrece respuestas fáciles y un final feliz que, a veces, parece demasiado predestinado. Es una película que, a pesar de sus interesantes ideas, termina siendo un mero ejercicio de entretenimiento deportivo con una capa de conciencia social superficial.

Nota: 6/10