Under the Skin (2014)

“Under the Skin” de Jonathan Glazer es una experiencia cinematográfica que se aferra a la mente del espectador con una insistencia casi obsesiva. La película, basada en la novela de Michel Faber, no ofrece respuestas fáciles ni intenta simplificar las complejidades de su premisa: un alienígena, interpretado magistralmente por Scarlett Johansson, se infiltra en la vida de Londres, asumiendo la forma de una mujer soltera y seductora, con el objetivo de despojar a sus víctimas de su humanidad. Más que una película de terror o ciencia ficción, es una meditación sombría sobre la soledad, la vulnerabilidad y la esencia misma de la existencia.

La dirección de Glazer es, sin duda, el elemento más destacable de la película. Su estilo visual es intencionalmente frío, distante y desensibilizante. Utiliza tomas largas y deliberadamente sin editar, predominando la cámara subjetiva, lo que nos sumerge en la mente fragmentada y alienada de la protagonista. Esta técnica, combinada con una banda sonora inquietante y minimalista compuesta por Jóhann Jóhannsson (un alma gemela en la colaboración con Glazer), crea una atmósfera opresiva y perturbadora, donde el espectador se convierte en un observador silencioso y desconcertado. El uso de la luz y la oscuridad juega un papel crucial, enfatizando la alienación y el desamparo de la protagonista.

Scarlett Johansson entrega una actuación absolutamente deslumbrante. No se limita a una mera interpretación; se sumerge por completo en el personaje, transmitiendo una mezcla palpable de vulnerabilidad, ambigüedad y frialdad. La sutileza de su actuación es la clave: su lenguaje corporal, su mirada vacía y sus gestos casi mecánicos reflejan la pérdida de identidad de una entidad que ha abandonado su origen. Es una actuación que no necesita diálogos para comunicar emociones profundas y complejos dilemas existenciales.

El guion, adaptado de la novela de Faber, es sorprendentemente sutil y no se basa en el espectáculo. La película se centra en la experiencia subjetiva de la alienígena, documentando su interacción con los hombres que seduce, pero sin ofrecer explicaciones detalladas sobre sus motivaciones o su origen. El poder del guion reside en la sugerencia y la ambigüedad. Se plantean preguntas profundas sobre la naturaleza humana, la identidad y la búsqueda del significado, pero sin ofrecer respuestas definitivas. La película se limita a mostrar las consecuencias devastadoras de su "peine" sobre la condición humana. La novela, adaptada con tanta fidelidad, permite que el espectador se cuestione qué es realmente la empatía y cómo podemos llegar a perderla.

Si bien la película puede resultar desconcertante y, en ocasiones, incluso desagradable para algunos espectadores, es un trabajo cinematográfico innovador y profundamente reflexivo. No es una película para todos, pero para aquellos dispuestos a abrazar su atmósfera inquietante y a someterse a su lento y deliberado ritmo, “Under the Skin” es una experiencia inolvidable. Es una obra maestra del cine moderno que perdura mucho después de que los créditos han finalizado.

Nota: 8.5/10