Unicorn Wars (2022)

“Unicorn Wars” es una incursión audaz en el territorio de la animación familiar que, a pesar de sus ambiciones, termina siendo un tanto desigual. La película, producida por un estudio relativamente desconocido, intenta abordar temas complejos como la guerra, el miedo a lo desconocido y la manipulación, pero lo hace con un estilo que oscila entre el humor pueril y el melodrama excesivo. La premisa – un ejército de ositos que adoctrina a jóvenes reclutas para una guerra contra los unicornios – es inherentemente divertida y tiene un potencial cómico considerable, pero la ejecución no siempre coincide con la intención.

La dirección de Tyler Finch muestra cierta frescura visual. El diseño de los personajes es vibrante y original, con los ositos, que se caracterizan por sus uniformes militares desproporcionados y sus expresiones exageradas, ofreciendo momentos genuinamente cómicos. La animación, en general, es fluida y de buena calidad, aunque en algunos momentos, particularmente durante las secuencias de acción más rápidas, se nota un ligero “jitter” que resta dinamismo. Sin embargo, Finch parece haber encontrado un equilibrio entre el humor visual y la creación de un ambiente onírico y mágico, aunque este último se siente un poco superficial, careciendo de la profundidad necesaria para realmente sumergir al espectador en el Bosque Mágico.

El reparto de voces es, en su mayoría, competente. Caleb Mitchell, como el capitán Silas, aporta una dosis de carisma y valentía al líder del grupo de reclutas. La actuación de Julia Roberts como la reina Iridessa, la matriarca de los unicornios, es magistral, dotándole de una vulnerabilidad y una sabiduría que contrasta fuertemente con la hostilidad del ejército osito. Sin embargo, algunos de los personajes secundarios, sobre todo los reclutas, carecen de profundidad y su diálogo a menudo resulta poco inspirado. El guion, a pesar de contar con algunos momentos brillantes, sufre de un ritmo desigual y, en algunos tramos, se vuelve redundante. Las motivaciones de los ositos guerreros, que se presentan como víctimas de una propaganda descarada, no son suficientemente exploradas, lo que reduce el impacto emocional de la trama.

Lo más acertado de “Unicorn Wars” es su capacidad para plantear preguntas sobre la naturaleza de la guerra y la importancia de la tolerancia. La película utiliza la figura de los unicornios, seres considerados mágicos y “peligrosos”, como un símbolo de la diferencia y la aceptación. Este mensaje, aunque simple, es relevante y puede generar conversaciones interesantes con los niños. No obstante, la película no profundiza en estas cuestiones, optando por la comedia y la aventura. En definitiva, “Unicorn Wars” es una película entretenida que, si bien no alcanza la excelencia, ofrece un espectáculo visual agradable y un mensaje positivo, aunque a veces oculto tras una capa de humor superficial.

Nota: 6/10