Unit 262 (2023)

“Unit 262” es, en su esencia, una película de acción con elementos de thriller de crimen que, a pesar de sus ambiciones, no logra alcanzar la grandeza que podría haber tenido. La película se sitúa dentro de un género ya saturado, pero intenta aportar una perspectiva inusual al introducir una trama de narcotráfico con un trasfondo israelí, lo cual, aunque interesante en principio, no se explora con la profundidad necesaria. La historia se centra en Elijah, interpretado por el siempre convincente David Mazouz, quien asume el rol del agente especial Meni Aga, infiltrado en el mundo del crimen. Mazouz ofrece una actuación sólida, transmitiendo la tensión y el conflicto interno de su personaje con notable eficacia, pero el guion no le proporciona la oportunidad de profundizar en la complejidad psicológica de Elijah.

La dirección de Jake Edge se centra en la acción y el ritmo. Las secuencias de persecución y tiroteos son, en general, competentes y visualmente atractivas, aunque a veces se sienten un tanto carentes de originalidad. El uso del color, particularmente en las escenas nocturnas de Los Ángeles, es efectivo y contribuye a la atmósfera de peligro y desesperación. Sin embargo, la película sacrifica la sutileza y la atmósfera a favor de la espectacularidad, lo que resulta en una experiencia visualmente estimulante pero emocionalmente distante. La banda sonora, aunque presente, no logra incidir profundamente en la narrativa, sirviendo más como un acompañamiento que como un elemento narrativo.

El guion, sin embargo, es donde “Unit 262” más se desmorona. La trama se complica rápidamente, introduciendo demasiados personajes y subtramas que terminan por sentirse dispersas. La relación entre Elijah y los miembros del cártel de la Baja es unidimensional y carente de la profundidad necesaria para generar una conexión emocional con el espectador. La motivación de los personajes secundarios a menudo resulta confusa, y los diálogos, en general, son poco inspirados y redundantes. La introducción del conflicto israelí, si bien interesante en teoría, se ve relegada a un segundo plano, dejando al espectador con la sensación de que no se ha aprovechado al máximo el potencial de la premisa. La filmación, en su mayoría, utiliza planos secuencia que, si bien son técnicamente bien ejecutados, a menudo resultan lentos y poco dinámicos.

A pesar de sus deficiencias, “Unit 262” ofrece un entretenimiento válido para los amantes del género. El vestuario, la ambientación y las escenas de acción proporcionan una experiencia visualmente satisfactoria. No obstante, la falta de originalidad narrativa, el desarrollo de personajes superficial y la trama poco elaborada impiden que la película se eleve por encima de la mediocridad. Se podría haber logrado una pieza más refinada y memorable, pero como está, queda como una experiencia olvidable en un mar de thrillers de crimen similares.

Nota: 6/10