Uno más de la familia (2019)

“Uno más de la familia” se presenta como una historia sencilla, casi una fábula moderna con un toque de drama emocional, y en gran medida cumple con esa ambición. La película se centra en Bella, una perra golden retriever cuyo viaje de casi 600 kilómetros para regresar a su dueño, Lucas, se convierte en el eje central de la trama. Desde el principio, la película establece un vínculo instantáneo entre Bella y el público, gracias a una dirección visualmente agradable y un buen trabajo de captura de movimiento que le otorga a la perra un realismo sorprendente para un personaje animado. El director, que se mantiene discreto pero efectivo, sabe crear momentos de ternura genuina, aprovechando al máximo la relación entre Bella y Lucas, quien, interpretado con matices por Jonah Hauer-King, transmite una vulnerabilidad que contrasta con la aparente calma de su vida cotidiana.

Sin embargo, el guion, a pesar de sus buenos momentos, es donde la película tiene sus mayores limitaciones. La narrativa es predecible y las situaciones, aunque evocadoras, no aportan demasiada originalidad. El viaje de Bella es, en esencia, un pretexto para presentar a una serie de personajes secundarios, cada uno con una pequeña historia de vida que se resuelve de forma rápida y a menudo sentimental. Si bien estos encuentros tienen el propósito de explorar la empatía y la conexión, terminan sintiéndose un poco forzados y carentes de profundidad. Se podría haber explorado mejor el impacto emocional de estas interacciones y el verdadero significado de la compañía y el hogar.

La actuación de Jonah Hauer-King es notable, aportando una credibilidad al papel de Lucas que va más allá de lo meramente protagónico. Logra capturar la sensación de un hombre que, a pesar de su rutina, anhela algo más y que se siente profundamente conectado con Bella. La voz de Bella, además, está excepcionalmente bien doblada y transmitida, haciendo que sus acciones y emociones sean fácilmente comprensibles, incluso cuando no se basa en diálogo. El equipo técnico se ha esforzado por representar el mundo desde el punto de vista de un perro, y las animaciones, en general, son fluidas y convincentes.

En definitiva, “Uno más de la familia” es un entretenimiento ligero y familiar que puede ser disfrutado con niños y aquellos que buscan una película reconfortante. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí una historia reconfortante sobre la lealtad, la amistad y la importancia de estar en casa. Su valor reside en su capacidad para evocar sentimientos positivos y en su estética visualmente agradable. Es una película que no te dejará una marca profunda, pero que tampoco te decepcionará. Se podría haber buscado más ambición narrativa, pero en última instancia, ofrece una experiencia agradable y sin complicaciones.

Nota: 6/10