Unplanned (2019)

“Unplanned” es, sin duda, una película que genera fuertes reacciones. La historia de Abby Johnson, interpretada con convicción por Ashley Bratcher, es inherentemente controvertida y la película se atreve a presentar una perspectiva que desafía las narrativas dominantes sobre la salud reproductiva. Más que un simple relato de aborto, “Unplanned” se convierte en un drama personal sobre la conversión, la conciencia y la pérdida de la fe, todo ello envuelto en un marco dramático que, en general, resulta eficaz pero no siempre impecable.

La dirección de Jeremiah Johnson se centra en el impacto emocional de la experiencia de Abby. Se observa una coherencia narrativa que busca mantener al espectador inmerso en la angustia y la confusión de la protagonista. Sin embargo, a veces la película se deja llevar por un tono excesivamente melodramático, recurriendo a momentos de tensión artificialmente intensificados. No obstante, Johnson logra crear un ambiente de constante incertidumbre, sabiendo que el espectador ya tiene una opinión preconcebida sobre el tema, por lo que se centra en la evolución interna de Abby, una transformación visceral y perturbadora. La fotografía, en su mayoría oscura y austera, refuerza la atmósfera de desasosiego y la sensación de que algo profundo y corrompido está sucediendo.

Las actuaciones son, en su gran mayoría, sólidas. Ashley Bratcher ofrece una interpretación convincente como Abby, transmitiendo la genuina lucha interna de la protagonista con una sinceridad admirable. Sus momentos de vulnerabilidad y confusión son especialmente impactantes. Los actores de reparto, particularmente los que interpretan a los personajes que cuestionan la ética de Planned Parenthood, cumplen su cometido, aunque algunos de sus personajes carecen de profundidad y se sienten más como arquetipos que como individuos complejos. Notablemente, la actuación de John Lucas Jr. como el padre de Abby, un hombre religioso profundamente comprometido con sus valores, aporta un contrapunto importante a la trama y añade una capa de complejidad moral al relato.

El guion, escrito por Randall Pinkerton, es donde la película más consistentemente falla. Si bien intenta presentar una visión crítica de Planned Parenthood y la industria de la salud reproductiva, a menudo se siente simplista y maniquea. El retrato de los defensores del aborto se presenta de manera caricaturesca, sin explorar las motivaciones complejas que pueden impulsar sus creencias. Aunque la película no busca ser neutral, podría haber logrado un mayor equilibrio al mostrar más matices en el debate. El ritmo es irregular, con momentos de tensión intensa seguidos de pasajes que se sienten lentos y expositivos. A pesar de esto, la película plantea preguntas importantes sobre la ética, la fe y la responsabilidad individual.

En definitiva, “Unplanned” es una película que invita a la reflexión, aunque su enfoque puede resultar polarizador. Su valor reside más en el debate que despierta que en una presentación irrefutable de la verdad. La honestidad y la pasión de Ashley Bratcher son elementos que la hacen memorable, pero la película, en su conjunto, necesita una mayor complejidad narrativa para justificar su elevado tono emocional.

Nota: 7/10