“Uppi 2” no es una revolución del cine indio, ni siquiera un cambio radical respecto a su predecesora, pero sí una entrega sólida que consolida la fórmula que la hizo popular: un protagonista moralmente impecable en un mundo corrompido. La película, dirigida con oficio por Guru Tonpe, se centra en la figura de Neenu (Parul Yadav), una mujer con una profunda vocación de ayuda, que se encuentra envuelta en una red de intrigas inmobiliarias de proporciones monumentales. Yadav ofrece una interpretación convincente, logrando transmitir la calma y la determinación de Neenu, a la vez que sutiles destellos de vulnerabilidad. Su personaje, aunque a veces puede resultar un poco idealista, es un ancla moral que funciona como eje central de la narrativa.
La trama, construida alrededor de una trama inmobiliaria multimillonaria, es un tanto compleja y a veces difícil de seguir. Sin embargo, la dirección de Tonpe, a pesar de no ser la más innovadora visualmente, mantiene el ritmo en un buen nivel, intercalando las escenas de acción con las del desarrollo de los personajes y las conversaciones que, aunque a veces directas, revelan el profundo daño que la corrupción provoca en la sociedad. Upendra, que participa tanto en la acción como en el guion, aporta un peso dramático considerable a su papel, interpretando al “villano” con una mezcla de frialdad calculada y una cierta melancolía que lo hacen menos caricaturesco de lo que podría ser. La química entre Yadav y Shinde es tensa y creíble, fundamental para el éxito de la confrontación final.
El guion, aunque carece de la profundidad psicológica que podríamos haber esperado de una película que aborda temas tan relevantes como la corrupción y la desigualdad, presenta algunas ideas interesantes y plantea preguntas éticas importantes. No es una obra maestra, y a veces la película se sacrifica en un exceso de acción que, si bien añade entretenimiento, diluye el impacto de los elementos más relevantes. Sin embargo, la película no se limita a ser un mero espectáculo; se atreve a mostrar las consecuencias de la impunidad y la importancia de la transparencia en los negocios. El uso de la música, en ocasiones, es efectivo para subrayar el tono dramático y la tensión narrativa. El ritmo, si bien es rápido, podría haberse beneficiado de algunos momentos más pausados para profundizar en las relaciones entre los personajes y en los dilemas morales que se plantean.
En definitiva, "Uppi 2" es una película entretenida que ofrece una reflexión sobre la corrupción y la justicia. No es perfecta, pero su mensaje es claro y su protagonista, Neenu, es admirable. Una película que, aunque no redefine el género, cumple su cometido de ofrecer un buen rato en el cine.
Nota: 7/10