Vacaciones (2015)

“Vacaciones: La Nueva Generación” es, en última instancia, un ejercicio de nostalgia que intenta replicar la magia irreverente y caótica de la original, pero que termina encontrándose con un eco apagado, una sombra que no alcanza la brillantez de su predecesora. La película, dirigida por Kirk Brindle y dirigida como un eco de Lasse Hallström, carece de la espontaneidad y el encanto contagioso que definieron la comedia familiar de los 80. Si bien la premisa – el regreso a Walley World por parte de Rusty Griswold – ofrece potencial, la ejecución es desigual y, en ocasiones, frustrante.

Justin Theroux, en el papel de Rusty, se esfuerza por transmitir la familiar exasperación y el deseo de conexión de su personaje original. Sin embargo, su interpretación, aunque competente, carece del carisma inherentemente divertido de Chevy Chase. Parece que el guion no le da suficiente espacio para mostrar la complejidad y la vulnerabilidad de Rusty, lo que le resta credibilidad a su arco dramático. La película se enfoca demasiado en los momentos de humor forzado, relegando a un segundo plano la búsqueda de la relación familiar. Aunque hay algunos momentos genuinos de ternura, la comedia es predominantemente slapstick, a menudo repetitiva y poco original.

La familia Griswold, en general, se siente desequilibrada. Kaitlin Olson como Debbie ofrece un contrapunto efectivo a la personalidad excéntrica de Rusty, pero las actuaciones de los dos hijos, vivido por Claudia Kim y Jonah Bobo, son inconsistentes. Kim, en particular, aporta una dosis de madurez que no se aprovecha plenamente. Bobo, por otro lado, se beneficia de las situaciones más absurdas y chistes fáciles, pero su interpretación carece de profundidad. Las interacciones entre los miembros de la familia son a menudo forzadas y artificiales, lo que dificulta la conexión emocional con la historia.

La dirección, aunque visualmente competente, no logra infundir la película con la misma vitalidad y energía de la película original. Las secuencias de acción, a menudo exageradas, se sienten desconectadas del resto de la trama. La banda sonora, que busca evocar la nostalgia, se vuelve intrusiva y repetitiva. Hay momentos en los que se echa de menos la audacia y la imprevisibilidad de Lasse Hallström. La película parece tratar de ser una carta de amor a la comedia familiar de los 80, pero termina siendo una imitación sin alma. En lugar de construir sobre el legado de "Vacaciones", intenta rehacerlo, con un resultado menos satisfactorio.

En definitiva, "Vacaciones: La Nueva Generación" es una experiencia entretenida, pero superficial. No logra capturar la esencia de la comedia familiar clásica y ofrece una versión deslucida de una historia que merece más.

Nota: 6/10