Valley of Bones (2017)

“Valley of Bones” es, en esencia, un thriller de acción con elementos de western, una fórmula que, lamentablemente, no logra alcanzar su máximo potencial. La película, dirigida por David McNally, se basa en una premisa interesante: la confluencia de un pasado criminal y la búsqueda de un descubrimiento paleontológico de alto valor, pero el resultado final es un ejercicio de ritmo desigual y diálogos que, en muchos momentos, se sienten forzados.

El guion, aunque se empeña en establecer un tono de tensión constante, no logra construir una atmósfera realmente convincente. Los flashbacks, cruciales para el desarrollo de los personajes y la explicación de sus motivaciones, se sienten interrumpidos y a menudo, innecesarios. La resolución de la trama principal es predecible, y el clímax, aunque visualmente impactante, carece de la profundidad emocional que se esperaba. La construcción de los personajes, por otro lado, es una de las mayores debilidades de la película. Anna, interpretada por Melissa Leo, posee un carisma natural y su lucha por la estabilidad y el reconocimiento profesional son dignos de interés. Sin embargo, el personaje de McCoy, interpretado por John Travolta, resulta más plano y su evolución, aunque necesaria para la trama, se siente superficial. Travolta, a pesar de su experiencia actoral, no logra aportar la complejidad emocional que el papel requiere. La relación entre Anna y McCoy, inicialmente tensa y llena de desconfianza, se vuelve, en ocasiones, inverosímil y poco creíble, pese a que la química entre las dos actrices es notable.

Visualmente, “Valley of Bones” es una película sólida. La fotografía, por parte de Caleb Mundt, es competente, con escenas en el desierto de Nuevo México que aprovechan la belleza del paisaje y la brutalidad del entorno. La dirección de fotografía, con tonos cálidos durante las escenas en interiores y azules y grises en las exteriores, ayuda a establecer el tono de la película, aunque a veces se siente un poco genérica. La acción, aunque abundantemente presente, no se justifica completamente, con secuencias de persecución y tiroteos que parecen sacadas de un catálogo de clichés. La banda sonora, compuesta por Paul Messier, intenta aumentar la tensión, pero a menudo se siente predecible y poco original.

En definitiva, “Valley of Bones” es una película entretenida para una noche de cine, pero que deja la sensación de no haber aprovechado al máximo su potencial. Es una película con elementos atractivos –la premisa, el entorno, las actrices principales – pero que se ve afectada por un guion inconsistente, personajes poco desarrollados y una acción que, en muchos momentos, resulta gratuita. No es una obra maestra, pero tampoco un fracaso total. Es, simplemente, un entretenimiento discreto con algunos destellos de interés.

Nota: 6/10