¡Vaya vacaciones! (2006)

“¡Vaya vacaciones!” es una comedia familiar con el peso de un melodrama escondido tras su fachada de aventura vacacional. Dirigida por Robert F. Marx, la película, estrenada en 1966, no busca romper paradigmas ni revolucionar el género, pero sí ofrece una experiencia ligera y, en cierto modo, conmovedora que merece la pena ser vista por aquellos que aprecian el humor agridulce y las historias con corazón. La película, a pesar de su ambientación paradisíaca, explora la creciente desconexión familiar y las dificultades de encontrar tiempo para lo que realmente importa en la vorágine del día a día.

El núcleo de la historia se centra en Bob Munro (John Hiller), un hombre atrapado en la rutina de su trabajo y, por extensión, en el de su vida familiar. Su evidente deseo de escapar, de encontrar un respiro, se ve frustrado por las circunstancias y por la necesidad de su jefe. La trama principal, la manipulación para convencer a su esposa, Margaret (Ann-Margaret), y a sus hijos de que un viaje a Colorado en una caravana sea una alternativa a las vacaciones hawaianas, se presenta con una naturalidad que, aunque intencionalmente divertida, genera cierta empatía por el protagonista. El guion, aunque no se inclina por la originalidad, construye un conflicto creíble y genera momentos de tensión cómica muy efectivos, especialmente en las interacciones entre los diferentes miembros de la familia, cada uno con sus propias frustraciones y deseos.

Las actuaciones son sólidas, aunque no extraordinarias. John Hiller ofrece un retrato convincente del hombre cansado, atrapado en la rutina y buscando desesperadamente una conexión con su familia. Ann-Margaret, como Margaret, aporta una dosis de vivacidad y determinación a la función, equilibrando la necesidad de disfrutar con la preocupación por el bienestar de su esposo y sus hijos. El reparto secundario, integrado por actores menores, cumplen su cometido con naturalidad, contribuyendo a crear un ambiente familiar creíble. Particularmente destacable es la presencia de Robert Duvall, quien interpreta al jefe de Munro, añadiendo un toque de astucia y ambición al personaje.

Visualmente, “¡Vaya vacaciones!” es una película agradable, con planos que capturan la belleza de las Montañas Rocosas y la atmósfera acogedora de la caravana. La dirección de fotografía, aunque no es vanguardista, cumple su función de ambientar la historia y de crear un ambiente visualmente atractivo. La banda sonora, ligera y optimista, refuerza la atmósfera general de la película. Sin embargo, la película no ofrece innovaciones en el género de la comedia familiar, y su ritmo, a pesar de la comedia presente, puede resultar algo lento para algunos espectadores.

En definitiva, “¡Vaya vacaciones!” es una película entrañable que, más allá de su valor como comedia familiar, ofrece una reflexión sobre la importancia de valorar el tiempo compartido con la familia. Es una película que no busca emocionar con grandes revelaciones, sino que ofrece una experiencia agradable y reconfortante, ideal para disfrutar en compañía de seres queridos. Aunque no es una obra maestra, cumple su función de entretenimiento y ofrece un mensaje positivo sobre la importancia de las relaciones familiares.

Nota: 6.5/10