“Vesper” es un espectáculo visual y sensorial que se instala en la mente como una bruma persistente. La película, dirigida por Dito van Dijck, no busca ofrecer respuestas fáciles ni melodías consoladoras, sino más bien una inmersión profunda en la desesperación y la lucha por la supervivencia en un mundo desolado. La premisa, un futuro distópico tras el colapso ambiental, es familiar, pero la ejecución de Van Dijck la transforma en algo verdaderamente impactante.
La dirección es, sin duda, el punto fuerte de la película. La estética visual es brutalmente hermosa, un choque entre lo natural y lo artificial, lo orgánico y lo sintético. La fotografía de Jasper Wolf es excepcional, jugando con la luz, el color y la textura para evocar tanto la belleza intrínseca del mundo perdido como la suciedad y la decadencia de su nuevo estado. Los efectos visuales no son ostentosos ni exagerados, sino integrados de manera impecable en la narrativa, sirviendo para subrayar la vulnerabilidad de los personajes y la amenaza constante que les rodea. Se evita la tendencia a la sobreexposición digital, prefiriendo un enfoque más realista y visceral que realza el impacto emocional.
La actuación de Mia Goth, como Vesper, es absolutamente cautivadora. Goth ofrece una interpretación de una intensidad y profundidad sorprendentes. Vesper no es un personaje fácil de amar o de comprender; es una superviviente endurecida por la vida, inteligente, astuta y, en ocasiones, despiadada. Su presencia en pantalla es casi hipnótica, transmitiendo un sentido de urgencia y determinación que es contagioso. La química entre Goth y los actores que la acompañan, especialmente los interpretados por Joivan Wade y Tamara Gilese, es notable, añadiendo matices a la relación entre los personajes.
El guion, adaptado del cuento homónimo de Ross Bybee, es donde la película encuentra su mayor debilidad. Aunque la historia es intrigante y plantea preguntas importantes sobre el futuro, la trama a veces se siente apresurada y carente de desarrollo profundo. Los momentos de tensión se construyen a veces de forma artificiosa, y la resolución final, si bien satisfactoria, podría haber sido más elaborada. Sin embargo, la película sobresale en su capacidad para evocar atmósferas y sensaciones, utilizando el silencio, la música y la dirección artística para comunicar emociones complejas sin necesidad de palabras.
En definitiva, “Vesper” es una experiencia cinematográfica inquietante y memorable. No es una película para todos los públicos, ni para aquellos que buscan entretenimiento ligero, pero para aquellos que disfrutan del cine experimental y reflexivo, ofrece una visión escalofriante del futuro y una actuación excepcional de Mia Goth. La película te deja con preguntas, con la sensación de que hay mucho más por debajo de la superficie.
Nota: 7.5/10