Vestida para matar (1980)

(EN) · Misterio, Suspense, Terror · 1h 45m

Una maestra de lo macabro, te invita a una muestra de la última moda... en asesinato

Póster de Vestida para matar
Media
2.5 /10

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Sinopsis de Vestida para matar

Kate Miller es una atractiva mujer, insatisfecha sexualmente, a quien asesinan en un ascensor tras salir de su primera sesión con el psiquiatra Robert Elliott. Liz Blake, una joven prostituta, es testigo del crimen y decide intentar detener al culpable con la ayuda de Peter, el hijo de la víctima.

Ficha técnica

Título original

Dressed to Kill


Estreno



Idioma original

EN


Dirección

Guionista

George Litto


Reparto principal de Vestida para matar

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Vestida para matar.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Vestida para matar

Nuestra crítica de Vestida para matar

Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.

Liz Blake, una prostituta de lujo, es testigo del crimen y, consecutivamente, el asesino la persigue y la policía la acosa. Si logra sobrevivir, ella puede ser la llave del misterio. Para resolver el caso se cuenta con la inestimable ayuda de Elliot, psiquiatra de las víctimas.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Vestida para matar. Consulta sus valoraciones y comentarios.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.5/10)

“Vestida para matar” (1954) no es simplemente un thriller psicológico de los años 50; es un estudio de personajes inquietante y una revelación sobre la fragilidad de la felicidad y la violencia latente bajo una fachada de normalidad. La película, dirigida magistralmente por Robert Siodmak, se atreve a explorar las consecuencias de la insatisfacción y la búsqueda de la identidad en un mundo donde las mujeres eran a menudo relegadas a roles secundarios, incluso dentro de sus propios matrimonios. Siodmak logra crear una atmósfera de tensión constante, incluso en los momentos más aparentemente tranquilos. Su dominio del suspense visual es notable; utiliza el ritmo, la iluminación y la composición de los planos para manipular la percepción del espectador, manteniendo al espectador en un estado perpetuo de alerta.

El guion, adaptado de una obra teatral de Edward Albee, es sorprendentemente relevante hoy en día. La película no cae en clichés del género, sino que se centra en la complejidad emocional de sus protagonistas. El personaje de Kate Miller, interpretado con una vulnerabilidad convincente por Janet Leigh, es un personaje que resuena profundamente, una mujer atrapada en un matrimonio vacío y una vida monótona. Su insatisfacción sexual y emocional no se presenta como un simple deseo de aventura; es un síntoma de una profunda falta de conexión y de la incapacidad de expresar sus verdaderos sentimientos. Leigh aporta una sutileza y un matiz en su interpretación que elevan la escena, transmitiendo un sentido palpable de soledad y desesperación.

La actuación de James Stewart como el psiquiatra Robert Elliott es igualmente brillante. Stewart, conocido por su capacidad para interpretar personajes intelectuales y ligeramente inquietantes, ofrece aquí una interpretación sutil y perturbadora. La relación entre Elliott y Kate es tensa desde el principio, marcada por la incomodidad y la desconfianza mutua. La química entre Stewart y Leigh es electrizante, y la escena del ascensor, el núcleo de la trama, es una obra maestra de la dirección. Siodmak, con su habilidad para el detalle, construye el suspense de forma magistral, dejando al espectador con la sensación de que algo terrible está a punto de suceder. La interpretación de Peter, interpretado por Vince Edwards, aunque quizás un poco unidimensional, cumple su función de motor narrativo, impulsando la venganza y el desenlace final.

Más allá de la trama de asesinato, "Vestida para matar" es una película que invita a la reflexión sobre el papel de la mujer en la sociedad de la época. La violencia no es gratuita, sino que es un síntoma de la opresión y la falta de autonomía. La película no glorifica el crimen, sino que lo presenta como una consecuencia inevitable de la deshumanización y la falta de respeto. Es un thriller inteligente que, a pesar de su trama intrincada y sus giros inesperados, se preocupa más por explorar la psicología de sus personajes y las implicaciones sociales de sus acciones. “Vestida para matar” es, en definitiva, una película atemporal que sigue siendo relevante por su visión inquietante y provocadora de la condición humana.

Nota: 8.5/10

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