Viernes 13 (1980)

“Viernes 13” (2022) no es, sin duda, la joya de la corona del legado de Jason Voorhees, pero tampoco es un fracaso absoluto. La película, dirigida por el veterano Michael S. Katz, intenta capitalizar la nostalgia y el terror clásico, pero se siente, en ocasiones, más como un homenaje cuidadosamente estructurado que como una experiencia verdaderamente aterradora. A pesar de sus fallos, la cinta ofrece momentos de genuina tensión y explora elementos que, aunque predecibles, le dan una cierta profundidad a la narrativa.

La dirección de Katz se caracteriza por su enfoque en la atmósfera y en el suspense psicológico. La película se aleja considerablemente de las explosiones y los sustos fáciles que dominaban las entregas anteriores. Se centra en crear un ambiente claustrofóbico, particularmente en el campamento aislado, donde la presencia de la leyenda de Jason se siente como una amenaza constante. El uso de la cámara, con planos largos y una iluminación sombría, contribuye a este efecto, creando una sensación de opresión y paranoia. Sin embargo, a veces, la película se deja llevar por la autocomplacencia, rehuyendo la acción directa para centrarse en diálogos que, en general, son poco convincentes. El ritmo, aunque deliberadamente lento, puede resultar tedioso para aquellos acostumbrados a thrillers de terror más dinámicos.

El elenco de jóvenes ofrece interpretaciones sólidas, con especial mención a Linnea Ellingson como Kara, cuya evolución de heroína idealista a víctima asustada es la más coherente de la película. Bryce Dallas Howard, como la ex novia de Jason, intenta infundir una complejidad emocional al personaje, aunque su arco argumental, aunque interesante en teoría, carece de la profundidad necesaria para realmente conectar con el espectador. La presencia de Jason, interpretada por el imponente Stuart Findley, es, inevitablemente, el punto central de la película. Su máscara icónica y su andar ominoso siguen siendo tan efectivos como siempre, y la película logra, en ocasiones, generar momentos de genuina inquietud ante su aparición. La forma en que se introduce la figura de Jason, jugando con la idea de su posible reencuentro con el mundo, es uno de los puntos fuertes del guion.

El guion, co-escrito por Michael S. Sasso y Martin C. Smith, es una mezcla de elementos conocidos y nuevas ideas. El concepto de la "causa" de la muerte de Jason, explorada a través de los conflictos interpersonales entre los jóvenes, añade una capa de intriga que, aunque no siempre se desarrolla de la manera más satisfactoria, sí aporta cierta originalidad a la fórmula. Las referencias a las películas anteriores de la franquicia son abundantes, lo que puede ser tanto un atractivo para los fans como una fuente de frustración para los que buscan algo nuevo. La historia, en su esencia, sigue siendo la de un asesino implacable que acecha a sus víctimas, pero la forma en que se presenta esta amenaza se intenta elevar por encima de la simple repetición de fórmulas.

En definitiva, “Viernes 13” (2022) es una película de terror que, aunque no alcanza la excelencia, ofrece entretenimiento a aquellos que disfrutan de las entregas clásicas. No es el terror más visceral o original, pero cumple su cometido de generar suspense y mantener la tensión durante la mayor parte de su duración. Es una valiente, si bien imperfecta, apuesta por una revitalización de la saga, que, sin duda, no decepcionará a los fanáticos más acérrimos.

Nota: 6/10