Villa Lucia (2023)

“Villa Lucia” no es una película que te abandona fácil. Es un thriller psicológico que se instala en tu mente como una niebla persistente, aferrándose a los susurros de la obsesión y la culpa hasta que te obliga a enfrentarte a las profundidades de la desesperación. La dirección de Petr Zelenka logra un equilibrio precario entre la tensión claustrofóbica y el humor negro, elementos que, en otras manos, podrían resultar desarmónicos, pero que aquí se complementan con una sorprendente eficacia. Zelenka no se limita a narrar un conflicto; construye una atmósfera que te hace sentir incómodo, como si estuvieras atrapado en la misma habitación, compartiendo el mismo silencio amenazante con los personajes.

Las actuaciones son, sin duda, el corazón palpitante de la película. Juraj Hrčka, como el hombre al borde del abismo, ofrece una interpretación magistralmente contenida, transmitiendo una vulnerabilidad y una frialdad que te hiela la sangre. No recurre a gestos exagerados o a una exhibición dramática; su actuación reside en la sutileza de sus ojos, en la inflexión de su voz, en la forma en que se mueve. Hana Vagnerová y Michal Kubovčík, por su parte, aportan una profundidad emocional palpable a sus papeles. Su comportamiento, a menudo ambivalente, refleja la complejidad de sus secretos y la carga del pasado. La química entre los tres actores es evidente, creando un dinámico de tensión y desconfianza que impulsa la narrativa.

El guion de Zelenka y Miloš Svrbek se beneficia de una estructura narrativa poco convencional. La película no sigue un ritmo lineal; se apoya en flashbacks y digresiones que, aunque a veces pueden sentirse un poco lentas, sirven para revelar gradualmente las motivaciones y los traumas de los personajes. La ambigüedad juega un papel fundamental, evitando juicios morales simplistas y dejando al espectador con la tarea de interpretar las acciones de los protagonistas. La trama, al explorar la obsesión juvenil como un detonante para la decadencia adulta, va más allá de una simple historia criminal. Se cuestiona la naturaleza de la memoria, la responsabilidad y la búsqueda de redención, elementos que se entrelazan de manera coherente a lo largo de la película. La película consigue, además, generar momentos de genuina sorpresa, aunque sin recurrir a giros argumentales baratos.

Sin embargo, la película no está exenta de fallos. Algunos diálogos pueden sentirse forzados, y la resolución final, aunque satisfactoria, podría haber sido más elaborada. A pesar de esto, “Villa Lucia” es una experiencia cinematográfica memorable, un thriller psicológico que desafía al espectador a reflexionar sobre la oscuridad que reside en el interior de cada uno de nosotros. Es una película que te hará pensar y, probablemente, que te perseguirá durante días después de haberla visto.

Nota: 8/10