“Viral” es, en esencia, un thriller de supervivencia contemporáneo que logra ofrecer una pequeña dosis de tensión claustrofóbica y una reflexión inquietante sobre la fragilidad de la normalidad. La película, centrada en la vida suburbana americana y su repentina desintegración, consigue instalar un ambiente de incomodidad palpable desde sus primeros momentos, aprovechando al máximo la sensación de que lo “normal” esconde una amenaza silenciosa.
La dirección de Adam Tesher es discreta pero efectiva. No se esfuerza en explosiones ni secuencias espectaculares; su principal herramienta es la atmósfera. Se centra en los pequeños detalles: el miedo en los ojos de los personajes, los silencios incómodos, las decisiones individuales bajo la presión. La fotografía de Erik Hellsten lo complementa a la perfección, utilizando la luz natural y sombras para enfatizar la sensación de opresión y desorientación. Los planos cerrados en las escenas de confrontación son particularmente impactantes, transmitiendo la desesperación y la vulnerabilidad de los personajes.
El reparto es sólido, con un papel central interpretado por Zoe Margaret Koski, quien ofrece una actuación convincente como Stacey. Su personaje evoluciona de una joven aparentemente apática y desconectada a una luchadora por sobrevivir, y Koski logra transmitir esa transformación de manera creíble. Las actuaciones secundarias también son respetables, aunque algunos personajes se sienten un poco planos y carentes de profundidad. La dinámica familiar, especialmente la relación entre Stacey y su hermana Emma, es uno de los puntos fuertes de la película, mostrando el impacto del virus no solo en el nivel individual sino también en las relaciones interpersonales.
El guion, aunque no es particularmente original, presenta algunos elementos interesantes. La idea de un virus que se transmite a través de las redes sociales y los dispositivos electrónicos es bastante actual y plantea cuestiones relevantes sobre la dependencia tecnológica y la difusión de información falsa. Sin embargo, el ritmo de la película podría haber sido más dinámico en algunos momentos. El desarrollo de la trama a veces se siente un poco apresurado, y algunas situaciones podrían haberse explorado con mayor profundidad. Aunque la película se centra en la supervivencia física, también toca el tema del aislamiento emocional y la pérdida de conexión con el mundo exterior. Es un tema importante pero, a veces, se siente superficial y se omite darle el peso dramático que merece.
En definitiva, “Viral” es un thriller de bajo presupuesto que consigue generar una sensación de inquietud y ofrecer una perspectiva interesante sobre los peligros de la era digital. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí una película recomendable para aquellos que disfrutan de este tipo de historias y buscan una experiencia de suspense moderada. Logra mantener el interés del espectador gracias a su atmósfera opresiva y a su enfoque en los personajes.
Nota: 6/10
