Vivancos 3 (Si gusta haremos las dos primeras) (2002)

“Vivancos 3: Si gusta haremos las dos primeras” es, sin lugar a dudas, una explosión de acción y un retorno al personaje que nos ha cautivado durante años. El veterano Daniel Guzmán no solo mantiene la esencia del Inspector Vivancos, el “alter ego” de un héroe duro y con métodos poco ortodoxos, sino que la profundiza y la pulimenta, entregando una película que se siente como una dosis de adrenalina cinematográfica. La película no se preocupa por la sutileza ni por el desarrollo psicológico, optando por un ritmo vertiginoso y una trama que, aunque no es revolucionaria, se resuelve de forma satisfactoria gracias a la innegable habilidad de Guzmán para crear tensión y situaciones de alto riesgo.

Dirigida por Javier Ruso, la película se beneficia enormemente del carisma de Daniel Guzmán. Su Vivancos es un personaje complejo, un hombre atormentado por su pasado y por la convicción de que la ley es un instrumento en manos de los corruptos. Su interpretación es magistral, transmitiendo una mezcla de frustración, rabia y un compromiso inquebrantable con la justicia. Las escenas de acción, coreografiadas con precisión y espectacularidad, no son meros espectáculos visuales; están intrínsecamente ligadas a la personalidad de Vivancos y a su forma de llevar a cabo sus investigaciones. La película aprovecha al máximo los espacios urbanos de Barcelona, convirtiendo la ciudad en un personaje más, con sus calles oscuras y sus edificios imponentes que sirven como telón de fondo para la lucha contra la corrupción.

El guion, escrito por Juan Pedro Almodóver y Javier Ruso, ofrece una trama que, si bien es un tanto predecible en cuanto a su desenlace, cumple su cometido de mantener al espectador enganchado. Hay un cierto déjà vu en la estructura de la historia, pero se compensa con la intensidad de las secuencias de persecución y el desarrollo de la intriga. La corrupción policial, con sus capas de secretos y traiciones, se revela de forma progresiva, desvelando a personajes inesperados y mostrando las consecuencias devastadoras de la impunidad. No obstante, la película podría haber profundizado más en las motivaciones de los personajes secundarios, dotándoles de mayor complejidad y riqueza. La película se concentra en la acción, aunque se da espacio para explorar la relación de Vivancos con un personaje femenino que le ofrece un respiro y una conexión humana, aunque con una carga sentimental evidente.

En definitiva, “Vivancos 3” es una película disfrutable para los fans del personaje y para aquellos que buscan acción, tensión y un héroe que no se anda con rodeos. Aunque no representa un avance narrativo significativo, la película ofrece un espectáculo visual impresionante y una interpretación sobresaliente de Daniel Guzmán. Es una dosis de entretenimiento puro y duro, que cumple con las expectativas de su género. Es una película para ver en pantalla grande, sintiendo el impacto de la acción y la intensidad de la trama.

Nota: 7/10