Vuelo nocturno (2005)

“Vuelo nocturno” (Night Flight) es una de esas películas que, a pesar de sus ambiciones y una premisa intrigante, no logra despegar del todo. Dirigida por Robert Benson, la cinta se presenta como un thriller psicológico claustrofóbico, explotando al máximo la tensión inherente a un escenario limitado: un avión volando a través de la noche. La película se basa en una idea central muy sólida: la amenaza inminente que se cierne sobre la protagonista, Lisa Reisert, mientras se enfrenta a una situación de encierro que es tanto físico como emocional. Sin embargo, su ejecución no siempre es pulida y termina siendo un ejercicio de suspense que, si bien mantiene la atención del espectador, carece de la profundidad narrativa que podría haberla elevado a un nivel superior.

Rachel McAdams ofrece una actuación contundente como Lisa, transmitiendo el miedo, la vulnerabilidad y la desesperación que siente al verse atrapada en una trama que va más allá de su comprensión. Su interpretación está lejos de ser una simple representación de la heroína en apuros; McAdams consigue humanizar a Lisa, mostrando sus dudas, sus miedos y, en última instancia, su coraje al enfrentarse a una situación inimaginable. La química entre McAdams y el actor que interpreta a Jackson (Murphy) es palpable, contribuyendo a la atmósfera de tensión y suspenso. Murphy, por su parte, interpreta su papel con una frialdad calculada, lo que le otorga una presencia amenazante y convincente.

El guion, aunque original en su planteamiento, presenta algunos puntos débiles. La trama, que se desarrolla principalmente en el avión, puede sentirse un poco estática en algunos momentos. Se intenta crear una sensación de opresión y desesperación, pero las escenas podrían haber sido más dinámicas y exploradas con mayor profundidad. Además, algunos diálogos resultan un tanto forzados y la resolución, aunque satisfactoria, llega un tanto precipitadamente. El director, Robert Benson, logra mantener un ritmo constante y utiliza eficazmente la iluminación y la cinematografía para generar una atmósfera opresiva, pero no siempre logra compensar las fallas del guion.

En cuanto a la dirección, Benson hace un buen trabajo creando un ambiente de suspenso y control. La banda sonora, aunque minimalista, sirve para acentuar la atmósfera y generar expectación. El uso de primeros planos y planos cerrados en los rostros de los personajes contribuye a la sensación de proximidad y vulnerabilidad. Sin embargo, la película carece de la sofisticación visual que otros thrillers de este género han logrado alcanzar. "Vuelo nocturno" es, en definitiva, una película que ofrece un entretenimiento decente, pero que se queda a medio camino y no llega a consolidarse como una obra destacada. La tensión inicial es sólida, y McAdams brilla, pero las inconsistencias del guion limitan su potencial.

Nota: 6/10