En la pantalla resplandece una obra maestra del cine de acción y comedias gag: 'Vuelven los caraduras', una secuela que logra igualar o superar a su predecesora en entrega, diversión y desbordante espíritu rebelde. Aunque la trama central sigue siendo la persecución del prototipo de agente especial Burt Reynolds contra el obstinado Sheriff Buford T. Justice (interpretado por Jackie Gleason en su último rol cinematográfico), el botín en juego es aún más valioso: una elefante embarazada. Y esa diferencia de escala hace que la película sea una aventura salvaje, llena de acción incontrolable y momentos emocionantes que no podrán ser olvidados.
En términos técnicos, la dirección de John Hill corrige todos los errores cometidos en su debut. El ritmo es más uniforme, la trama más clara y el final contiene un mensaje que podría ser considerado una crítica al sistema. En cuanto al guion, se destaca por su humor inteligente, diálogos agudos y situaciones que hacen reír sin cesar. Además, la interpretación de Reynolds es digna de mención, ya que demuestra una actuación maestrosima y versátil, pudiendo pasar de momentos tranquilos a escenas en las que se ve obligado a mostrar sus habilidades en el manejo de vehículos.
Pero lo más destacable de 'Vuelven los caraduras' es la química entre Reynolds y Gleason. Ambos actores logran crear una relación que está llena de tensión, pero también de respeto mutuo. Es gracioso ver cómo uno intenta dominar al otro en cada encuentro, pero no hay duda de que la rivalidad entre ellos es solo una forma de ocultar sus verdaderas emociones. Esto hace que el público se sienta realmente involucrado en la historia y quiera ver cuál de los dos tendrá la última palabra.
En resumen, 'Vuelven los caraduras' es una película que no debería faltar en ninguna colección de cineasta. Tiene todo lo necesario para mantener a cualquier público entretenido: acción, humor, drama y una trama interesante. Además, la actuación de Reynolds es digna de mención por su calidad y versatilidad. Por último, no debe olvidarse el momento épico que da fin a la película: un final que es igual o superior al de la primera entrega.