“War” (Guerra) no es una película fácil de digerir, ni tampoco pretende serlo. Es una experiencia cinematográfica visceral, brutal y, en muchos momentos, profundamente perturbadora que se aferra a ti mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar. La película de Martin Campbell, a pesar de no ofrecer una narrativa convencional, se erige como una reflexiones inquietante sobre la violencia, la lealtad y el peso de un pasado que no puede ser silenciado.
Campbell, conocido por su maestría en el género de acción, logra un equilibrio delicado entre la coreografía de lucha digna de una película de artes marciales y la exploración de las consecuencias psicológicas que estas situaciones imponen a sus personajes. La dirección es implacable, utilizando el sonido y la iluminación para intensificar la tensión de cada encuentro. Cada golpe, cada caída, cada mirada desconfiada están filmados con una atención al detalle que contribuye a crear una atmósfera de constante amenaza. Lo que hace especial a la película es que no glorifica la violencia; la presenta como inevitable, como una condición de vida para los personajes, pero siempre mostrando su impacto en sus almas.
La película se centra en Khalid (Omar El Maruf), un joven soldado que es enviado a eliminar a Kabir (Ray Stevenson), un antiguo combatiente que ahora vive como un cobarde y un ladrón. Lo que le espera no es un simple trabajo de asesinato, sino un viaje hacia el reconocimiento de su propia moralidad. Stevenson ofrece una actuación notable, capturando la fragilidad de un hombre roto por su pasado y, al mismo tiempo, mostrando una determinación silenciosa. El Maruf, en cambio, evoluciona a lo largo de la película, pasando de ser un soldado obediente a un individuo confrontado con sus propios valores y su capacidad para la redención. La relación entre Khalid y Kabir es el núcleo emocional de la película, basada en un respeto mutuo que se desarrolla a pesar de sus diferencias.
El guion, aunque a veces lineal, se beneficia de un enfoque en el desarrollo del personaje. Se evitan los clichés del género de acción, y la película profundiza en la situación moral de los protagonistas. La ambientación, meticulosamente recreada, evoca la Somalia de los años 90, un país devastado por la guerra y el caos, lo que añade una capa de realismo y angustia a la historia. Sin embargo, hay momentos en los que el ritmo se ralentiza excesivamente, y el diálogo puede sentirse forzado. A pesar de ello, la dirección y las actuaciones logran mantener el interés del espectador, ofreciendo una experiencia cinematográfica considerablemente intensa.
La película no ofrece respuestas fáciles. No promete justicia ni resolución, sino que simplemente muestra la cruda realidad de un mundo donde la guerra ha dejado cicatrices profundas. "War" es una película que invita a la reflexión y que, por desgracia, puede resultar perturbadora para algunos espectadores. No es un entretenimiento ligero, sino una experiencia cinematográfica dura, pero también honesta y memorable.
Nota: 7/10