We Are Your Friends (2015)

“We Are Your Friends” es una película que, aunque no llega a ser un hito del cine musical, ofrece una mirada interesante y a veces conmovedora a la vida de un joven DJ que persigue su sueño en el vertiginoso mundo de la música electrónica. Dirigida por Andrew Hsu, la película se centra en Keegan (Robert Glaser), un talentoso productor de música techno que, aunque lleva años perfeccionando su arte, se encuentra bloqueado y con dificultades para conectar con su público. La trama se desarrolla principalmente en Chicago, un epicentro de la escena musical house y techno, y nos introduce a un grupo de DJs y productores que, a pesar de sus diferencias, se cruzan en su camino hacia el éxito.

La dirección de Hsu es, en general, competente. Logra capturar la energía vibrante de la ciudad y la atmósfera electrizante de los clubes nocturnos, trasladándonos visualmente a ese mundo de luces, beats y cuerpos bailando. Sin embargo, la película a veces se siente un poco lenta y con un ritmo irregular. El uso de la cámara en primera persona, a pesar de la intención de sumergirnos en la experiencia del protagonista, puede resultar a veces abrumador y dificultar la conexión con los personajes secundarios. La banda sonora, compuesta principalmente por artistas de la escena electrónica, es, sin duda, un punto fuerte, y contribuye enormemente a la inmersión en el ambiente musical de la película. La selección musical es excelente y refleja con precisión la evolución del estilo de Keegan.

Las actuaciones son, en su mayoría, sólidas. Robert Glaser ofrece una interpretación convincente como Keegan, transmitiendo su frustración, sus ambiciones y su vulnerabilidad. La química entre Glaser y sus compañeros de reparto – Taylor Russell como Sam, Joe Cole como Daniel y Maura Tierney como Cara – es palpable y añade una capa de realismo a las relaciones interpersonales que se desarrollan. Si bien algunos personajes son más desarrollados que otros, todos aportan elementos interesantes a la historia. Sin embargo, la película podría haber beneficiado de un mayor tiempo dedicado a explorar las motivaciones y conflictos internos de cada personaje, permitiendo un entendimiento más profundo de sus decisiones.

El guion, aunque bien intencionado, presenta algunas debilidades. La narrativa principal se centra demasiado en el camino del éxito de Keegan, relegando a los personajes secundarios a menudo a roles secundarios. Las relaciones entre los personajes, si bien interesantes, no siempre se exploran con la profundidad necesaria. La película aborda temas como el amor, la amistad, el alcoholismo y la búsqueda de la identidad, pero estos se plantean de manera superficial, sin profundizar en sus implicaciones. Además, el clímax de la película, aunque dramático, carece de un impacto emocional real. La resolución de los conflictos, aunque satisfactoria, no es particularmente reveladora.

En definitiva, "We Are Your Friends" es una película con un encanto particular, que celebra la pasión por la música electrónica y la búsqueda del sueño. A pesar de sus defectos, ofrece una experiencia visualmente atractiva y musicalmente estimulante. No es una obra maestra, pero sí una película que vale la pena ver si eres fan de la música electrónica o si te interesa explorar la vida de un joven aspirante a DJ.

Nota: 6/10