Witch Hunt (2021)

“Witch Hunt” es una película que, a primera vista, se presenta como un thriller de persecución con toques de drama familiar, pero que, al profundizar, revela una exploración sutil y perturbadora de la intolerancia, el prejuicio y la búsqueda de identidad en un mundo que no acepta a aquellos que son diferentes. La dirección de Jessica Clark es meticulosa y aterradora, logrando crear una atmósfera opresiva y paranoica desde las primeras escenas. Clark no recurre a sustos fáciles o a efectos especiales grandilocuentes. En su lugar, construye la tensión a través de la iluminación, la música y la cinematografía, enfatizando los espacios cerrados y la sensación constante de estar bajo vigilancia.

El guion, adaptado de una novela homónima, es la piedra angular de la película. No es una historia de brujas clásicas; en cambio, se centra en los dilemas internos de su protagonista, Elara (de un papel brillante por parte de Cara Buono), una adolescente lánguida y con dudas que se ve arrastrada a una conspiración que amenaza con desmantelar su vida y la de su familia. La trama se construye con una lentitud deliberada, permitiendo que el espectador se sumerja en la desesperación y el miedo que experimentan los personajes. La historia explora la idea de la “caza de brujas” no solo como un evento histórico, sino como una metáfora de la persecución y la deshumanización de aquellos que no encajan en las normas sociales. El guion se beneficia de un ritmo pausado que dota a la película de una resonancia inquietante. Hay momentos de diálogo especialmente efectivos, que profundizan en el conflicto interno de Elara y la relación compleja con su madre.

Las actuaciones son sobresalientes en su totalidad. Cara Buono ofrece una interpretación vulnerable y conmovedora de Elara, transmitiendo con maestría su confusión, su miedo y su creciente determinación. El resto del elenco secundario también brilla, especialmente la interpretación de Jane Martin como la matriarca, una mujer que, a pesar de sus creencias, lucha por proteger a su familia y a sus hijas. La química entre Buono y Martin es palpable, y es precisamente esa dinámica familiar disfuncional la que añade otra capa de complejidad a la narrativa. Es una película que se disfruta plenamente, no por su espectacularidad, sino por la honestidad con la que aborda los temas que plantea. La película se beneficia de una banda sonora que complementa a la perfección el ambiente y la tensión de la historia.

Aunque el ritmo lento podría no ser del gusto de todos, “Witch Hunt” es una película reflexiva y perturbadora que merece ser vista. Es una historia sobre la supervivencia, la identidad y la resistencia frente a la opresión. Además, la película logra plantear preguntas importantes sobre la naturaleza del prejuicio y la facilidad con la que la sociedad puede convertir la diferencia en amenaza. Es una película que te persigue mucho después de que terminan los créditos.

Nota: 7/10