Wyrwa (2023)

“Wyrwa” (El Desgarro) no es un thriller que te mantenga al borde del asiento con giros de acción desenfrenados, sino una película que te instala en un espacio de inquietud, una atmósfera densa y, sobre todo, un profundo análisis de la psique humana. Tomasz Kot, en el papel del abogado Maciej, ofrece una actuación magistral, transmitiendo a la perfección el dolor devastador de la pérdida, la desconfianza implacable y la creciente locura que le carcome. Su interpretación es el corazón palpitante de la película, un retrato de la desesperación y la búsqueda de la verdad con una vulnerabilidad que es, a la vez, aterradora y conmovedora.

La película, dirigida con maestría por Paweł Pawlikowski, construye una narrativa lenta pero efectiva, basada en la reconstrucción de un pasado que se revela gradualmente. La puesta en escena es deliberadamente austera, utilizando la fotografía en blanco y negro de forma brillante. Este contraste visual no solo contribuye a la atmósfera opresiva, sino que también simboliza la pérdida de color y la desintegración de la realidad percibida por Maciej. Pawlikowski logra mantener el espectador en vilo, no a través de sustos baratos, sino mediante la sugerencia, la ambigüedad y el uso inteligente de la música, que impregna la película con una sensación de amenaza inminente.

La relación entre Maciej y Janina, interpretada con una elegancia melancólica por Karolina Gruszka, es el núcleo del conflicto. La película explora la fragilidad de las apariencias y cómo una vida aparentemente normal puede ocultar oscuros secretos y traiciones. Gruszka ofrece una interpretación sutil pero poderosa, mostrando las capas de complejidad de una mujer que, al parecer, se enfrentaba a un tormento interno. La figura de Wojnar, interpretada por Grzegorz Damięcki, se convierte en un catalizador del caos, un personaje envuelto en misterio y sospecha, cuya participación en los acontecimientos es continuamente debatida. Sin embargo, la película no ofrece respuestas fáciles, dejando al espectador con la incertidumbre de si Wojnar es culpable o víctima, exacerbando aún más la confusión.

“Wyrwa” no es una película para todos. Requiere paciencia, atención y una disposición a sumergirse en un proceso psicológico complejo. No pretende ofrecer soluciones ni respuestas definitivas. Más bien, se trata de una exploración de la naturaleza de la memoria, la verdad y la capacidad humana para la autodestrucción. El guion, adaptado de una novela de Piotr Michalik, es inteligente y provocador, aunque a veces se siente un tanto lento. La dirección, la actuación y la banda sonora se combinan para crear una experiencia cinematográfica inquietante y memorable. La película cuestiona la idea de la verdad absoluta y nos deja con la pregunta de si realmente conocemos a las personas que amamos.

Nota: 8/10