X-Men orígenes: Lobezno (2009)

“X-Men Orígenes: Lobezno” representa un intento ambicioso de establecer las raíces de uno de los universos cinematográficos de superhéroes más exitosos y venerados. La película no pretende, ni busca, replicar el impacto narrativo de las películas originales de X-Men, sino que se concentra en construir un relato sobre la soledad, el trauma y el origen de una figura icónica. La dirección de Matthew Vaughn logra un equilibrio interesante entre el tono sombrío y violento de las primeras entregas, y el característico estilo visual de action de Vaughn, creando un universo de mutantes primitivo y brutalmente realista.

El filme se centra en la historia de Logan (Hugh Jackman), un veterano de guerra traumatizado, consumido por la venganza contra Victor Creed (Stefan Kapičić), el hombre que lo convirtió en el ser que es hoy. Hugh Jackman ofrece una interpretación magistral, transmitiendo la furia y la desesperación de un hombre que ha perdido todo. Su Logan es un personaje profundamente humano y vulnerable, a pesar de sus habilidades sobrehumanas. La química entre Jackman y Kapičić es notable, especialmente en las intensas escenas de enfrentamiento. La evolución del personaje de Creed a lo largo de la película es igualmente interesante, mostrando un arrebato de ambivalencia moral que, aunque no siempre del todo satisfactorio, le da profundidad al conflicto.

Sin embargo, el guion, aunque sólido en su ejecución, presenta algunas deficiencias. La trama se centra demasiado en el desarrollo del personaje de Logan, relegando a otros mutantes, como Laura (Kaysha Castle), a meros secundarios con poca profundidad. La película, en su afán por establecer el pasado de Wolverine, a veces sacrifica el ritmo general, ralentizando el avance de la historia con exposiciones un tanto forzadas. La fidelidad al cómic se mantiene, pero se percibe un cierto esfuerzo por adaptar la compleja narrativa del cómic a un formato cinematográfico más accesible.

Visualmente, “X-Men Orígenes: Lobezno” es un festín para los ojos. Matthew Vaughn emplea un estilo de dirección audaz y distintivo, con secuencias de acción impresionantes y coreografías de lucha innovadoras. La película utiliza efectos especiales de manera efectiva para resaltar las habilidades de Logan, y el diseño de producción crea un mundo post-apocalíptico creíble y atmosférico. La banda sonora, compuesta por John Powell, complementa a la perfección la acción y la tensión dramática.

En definitiva, "X-Men Orígenes: Lobezno" es un precuela valiosa que proporciona un contexto fascinante para la historia de Wolverine. No es una obra maestra, y se siente a veces la presión de conectar con el legado de las películas originales, pero ofrece una interpretación brutal y emocionalmente resonante de un héroe en ciernes. Un buen punto de partida para los nuevos espectadores de la saga, aunque aquellos ya familiarizados con el personaje podrían encontrarla un tanto repetitiva.

Nota: 7/10