Yamakasi (2001)

“Yamakasi” es un torbellino de energía y, lo confieso, una de las películas más extrañas y memorables que he visto en años. Dirigida por F. Gary Gray, conocida por su trabajo en “El Más Veloz”, la película se presenta como un argumento bastante simple: un grupo de jóvenes de Nueva York, los Yamakasi, desarrollan una forma de acrobacia urbana, una especie de parkour moderno, que les lleva a desafiar al sistema y a conquistar la ciudad. Pero la película va mucho más allá de esta premisa básica, transformándose en una explosión de colores, ritmos y una estética visual que evoca la cultura hip-hop, los primeros documentales de parkour y, en cierta medida, el espíritu rebelde de las primeras películas de acción de los 80.

Gray maneja el ritmo de la película con maestría, construyendo una tensión palpable a medida que los Yamakasi se enfrentan a obstáculos cada vez mayores y a la implacable oposición de la policía, liderada por un Benicio del Toro absolutamente perfecto como el inspector Avery. La dirección es visceral, utilizando cámara lenta y secuencias de acción elaboradas que, a pesar de su artificialidad a veces, logran generar un impacto visual considerable. La película, sin embargo, no se toma demasiado en serio su propia historia. Es un ejercicio de estilo, una celebración de la energía juvenil y de la superación personal, con un tono que oscila entre la comedia y el drama. Hay un elemento de crítica social implícito, aunque la película lo aborda de una manera muy poco directa, principalmente a través de la representación de la frustración y la desesperación de los personajes.

El reparto es sólido, con Terrence Howard como Malik, el líder de los Yamakasi, destacando por su carisma y su intensidad. Pero Dimitri Martin, como el hermano menor de Malik, se lleva la película con su energía desbordante y su torpeza adorable. La química entre los miembros del grupo es palpable, y las escenas de coreografía, basadas en el parkour y el breakdance, son visualmente impactantes y coreografiadas con una precisión admirable. Sin embargo, la película no es perfecta. El guion, aunque entretenido, carece de profundidad y algunos diálogos son un tanto forzados. Los personajes, en su mayoría, son arquetipos y su desarrollo psicológico es limitado. No obstante, la película consigue sumergirte en su mundo y te atrae con su energía contagiosa.

En definitiva, "Yamakasi" es un frenesí de acción que, a pesar de sus defectos, ofrece una experiencia cinematográfica única. Es una película que te hará pensar en los límites de la creatividad, en la importancia de la comunidad y, sobre todo, en la libertad de expresar tu individualidad. No es un drama trascendental, pero es una película que te dejará con una sonrisa en la cara y un deseo de liberar tu espíritu rebelde. Es un llamamiento a la acción, aunque esta vez, la acción se realice en las calles.

Nota: 6.5/10