Yo, el halcón (1987)

(EN) · Acción, Drama · 1h 33m

Algunos luchan por el dinero..., otros por la gloria..., él lucha por el amor de su hijo.

Póster de Yo, el halcón
Media
6.4 /10

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Dónde ver Yo, el halcón

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Sinopsis

Lincoln Hawk es un camionero que no deja de pensar en su hijo, al que no ha visto desde su nacimiento. Ahora, Lincoln debe recogerlo en la academia militar de Virginia para llevarlo a Denver, donde su madre -de la que Lincoln está divorciado- agoniza. Pero el suegro de Lincoln no quiere que llegue. Ésta es la historia de un padre que conquista el amor de su hijo, pese a que todo está contra él, un hombre con la ambición de ganar el concurso mundial de pulsos, contra todo pronóstico, y compartir sus sueños con su hijo.

Ficha de la película

Título original

Over the Top


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Menahem Golan, Yoram Globus


Reparto principal de Yo, el halcón

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Yo, el halcón.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Yo, el halcón. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Silvia Peña
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.4/10)

“Yo, el halcón” no es una película que te deje sin aliento con una innovación narrativa radical, pero sí es una historia que se ancla firmemente en el drama familiar y la lucha por la paternidad. La película, dirigida por Robert Zemeckis, se basa en un concepto central intrigante: un padre que busca reconectar con su hijo a pesar de las adversidades, y que utiliza como excusa (y como vehículo para este objetivo) una competición de fuerza extrema, el “Concurso Mundial de Pulsos”. La premisa, aunque inicialmente asemejándose a una película de acción con elementos futuristas, se revela como un vehículo para explorar la complejidad de las relaciones intergeneracionales y las heridas emocionales que pueden marcar a una vida.

La dirección de Zemeckis, como es habitual, es meticulosa. Ha optado por el “performance capture”, técnica que le permite a Harrison Ford, el protagonista, interactuar virtualmente con el entorno y con otros personajes. El resultado es a veces convincente, a veces ligeramente artificioso, pero en general, logra transmitir la intensidad emocional del personaje de Lincoln Hawk. Zemeckis, con su habitual tendencia a la grandilocuencia, no rehúye de los momentos dramáticos, y la música, compuesta por Alan Silvestri, contribuye significativamente a la atmósfera emotiva de la película. Sin embargo, el uso excesivo de efectos especiales, que en ocasiones parecen sobrecargar la narrativa, diluyen en parte el impacto emocional genuino.

La actuación de Harrison Ford es, sin duda, el corazón de la película. Ford logra transmitir la frustración, la esperanza y el amor incondicional de Lincoln Hawk con una sinceridad que contrasta con algunos momentos del guion. El resto del reparto, incluyendo a Jena Malone y Michael Shannon, aporta un equilibrio adecuado, aunque sus personajes, en su mayoría, no llegan a desarrollar un mayor potencial. Shannon, en particular, ofrece una interpretación intrigante como el suegro, un hombre complejo y oscuro que se convierte en un antagonista efectivo, aunque ligeramente unidimensional. La química entre Ford y Malone, en cambio, es palpable y fundamental para el desarrollo de la relación entre Lincoln y su hijo.

El guion, escrito por Zemeckis y Manny Fortin, es donde reside la principal debilidad de la película. Si bien la premisa es original y la idea de un padre que busca demostrar su valía a su hijo es potente, la ejecución carece de sutileza y a menudo recurre a clichés del género. El ritmo es irregular, con momentos de tensión y drama interrumpidos por secuencias de acción exageradas que parecen sacadas de un videojuego. Los diálogos, en general, son poco memorables y la exploración de temas como el abuso infantil y la pérdida parecen superficiales. La película se centra demasiado en la competición de fuerza, relegando al segundo plano la profundidad emocional que podría haber enriquecido la historia.

En definitiva, “Yo, el halcón” es una película entretenida que ofrece a Harrison Ford la oportunidad de mostrar su versatilidad como actor. Sin embargo, su pretensión narrativa y su guion poco desarrollado impiden que alcance su máximo potencial. Es un espectáculo visualmente atractivo, pero emocionalmente distanciado.

Nota: 6/10

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