Yo-kai Watch: Forever Friends (2018)

“Yo-kai Watch: Forever Friends” no es una revolución en la franquicia, pero sí una mejora notable que explora, con un humor característico, la importancia del compañerismo ante una amenaza creíble y, sorprendentemente, compleja. La película, dirigida por Shinichi Watanabe, decide centrarse en el viaje de Ryohei Kimura y Atsumi Tanezaki, personajes que hemos llegado a conocer y a amar, en lugar de introducir nuevos protagonistas, lo cual, a mi parecer, es una decisión acertada que refuerza la conexión emocional con la historia.

La trama, si bien sencilla en su base, se beneficia de una ambientación visualmente atractiva, con una gran cantidad de detalles que enriquecen el mundo de los yokai. La película no se limita a mostrar criaturas fantásticas; explora su cultura, sus costumbres y, lo que es más importante, sus miedos. La aparición de Surinaki, un yokai que ha perdido el control debido a un trauma, es particularmente efectiva. Le da a la película una capa de realismo y empatía que, aunque no profundice demasiado en el tema, permite una comprensión más completa del conflicto y las motivaciones de los personajes. La amenaza no se presenta como un simple antagonista malvado, sino como una criatura que busca venganza y desesperación.

Las actuaciones son sólidas. Tanezaki y Kimura mantienen su química habitual, ofreciendo un juego de interacciones y diálogos que son el corazón de la película. Sin embargo, es Takehito Koyasu quien realmente brilla en su papel como Enma King Shien. Su interpretación es ambivalente y matizada; su lucha interna contra la oscuridad es palpable y genera una tensión considerable. Koyasu logra transmitir la fragilidad de un ser poderoso que está al borde de la autodestrucción, lo que añade una capa de complejidad a la historia.

El guion, aunque no exento de clichés propios del género, se beneficia de un ritmo bien mantenido y de un buen equilibrio entre acción y momentos más contemplativos. Se evitan los excesos de efectos especiales, priorizando la narración y el desarrollo de los personajes. La película se centra en las relaciones entre los protagonistas, mostrando cómo su amistad y lealtad son la clave para superar cualquier obstáculo. La película reconoce que, a pesar de la fantasía, los valores universales como la amistad, el coraje y la esperanza son siempre los más importantes. Aunque la historia no sorprende con giros argumentales, sí consigue generar una sensación de urgencia y emoción que mantiene al espectador enganchado hasta el final. Es una película que se disfruta más por su atmósfera y sus personajes que por su trama innovadora.

Nota: 7/10