Zafarrancho en el rancho (2004)

“Zafarrancho en el rancho” es, en su esencia, una comedia familiar con un corazón innegablemente tierno, pero que, lamentablemente, no logra alcanzar la grandiosidad que su premisa promete. La película, dirigida por el dúo de hermanos Robert y Dan Ostes, se basa en una idea original y, a primera vista, encantadora: una banda de animales improbables, liderada por el extravagante Alameda Slim, conspiran para recuperar una granja robada. Sin embargo, el tratamiento de la historia y la ejecución general terminan resultando más caótico que cautivador.

La dirección de los hermanos Ostes es notable en su audacia visual. Los escenarios, coloridos y exuberantes, evocan el estilo de las películas de western clásicas, pero con un toque de fantasía caricaturesca que, si bien es llamativo, a veces resta credibilidad a la narrativa. La película se apoya fuertemente en efectos especiales para la animación de los animales, y, si bien se aprecia el esfuerzo de los artistas, en ocasiones la animación es un tanto brusca y carente de la fluidez que se esperaría en una producción de este calibre. La banda sonora, sin duda, es uno de los puntos fuertes. Las melodías, alegres y pegadizas, contribuyen significativamente al tono cómico de la película, y las canciones integradas en la trama son, en su mayoría, agradables y entretenidas.

El reparto de voces es, en general, competente. La interpretación de John Goodman como Alameda Slim es memorable, capturando a la perfección la avaricia y la teatralidad del villano. Sin embargo, la actuación de muchos de los animales secundarios es bastante plana, careciendo de la profundidad emocional que podría haber elevado la historia. La voz de Fred Weasley como Buck, el caballo karateka, destaca particularmente por su energía y entusiasmo, aunque su personaje termina siendo un tanto caricaturesco. Rico, interpretado por Michael Keaton, aporta un contrapunto interesante con su humor sarcástico y su pasado misterioso, aunque su papel en la trama es relativamente breve.

El guion es donde la película realmente se desmorona. La trama se complica sin necesidad, introduciendo elementos innecesarios que diluyen el enfoque principal. El ritmo es inconsistente, alternando momentos de acción frenética con largos interludios de humor que no siempre aterrizan. Aunque la película intenta ser una fábula sobre la amistad y la valentía, el mensaje se pierde en un mar de clichés y situaciones absurdas. El desarrollo de los personajes animales es superficial, y sus motivaciones a menudo son poco claras. Se echa en falta una mayor exploración de sus personalidades y de las relaciones entre ellos.

En definitiva, "Zafarrancho en el rancho" es una experiencia visualmente atractiva pero narrativamente floja. Si bien tiene algunos momentos de diversión y ofrece un espectáculo visual llamativo, carece de la sustancia y la profundidad necesarias para convertirse en una película memorable. Podría ser una opción decente para una noche familiar, pero no es una obra maestra del género.

Nota: 6/10