Zenitram (2010)

“Zenitram” es una película que emerge de las sombras de la periferia bonaerense para ofrecer una historia de superhéroes con un giro inesperado y un comentario social que, a pesar de sus momentos de debilidad, se mantiene hasta el final. La cinta, dirigida con un estilo visual que recuerda a la sensibilidad de los directores latinoamericanos más recientes, no intenta competir con los blockbusters de Marvel, sino que se centra en la experiencia individual de un chico que se ve repentinamente dotado de habilidades extraordinarias en un contexto social precario. Esto, en sí mismo, es un punto fuerte, pues la acción y los efectos especiales, aunque no son la pieza central, se integran de manera orgánica en la narrativa.

La película se centra en Martín, interpretado con una honestidad palpable por Enzo Macín. Su personaje no es un superhéroe convencionales, sino un joven inseguro y con problemas de autoestima que se ve inmerso en una situación que no comprende del todo. El guion, escrito por el mismo Macín y Daniel Cagnazzo, explora la carga emocional que esto conlleva. No es un héroe perfecto; comete errores, duda de sí mismo y, a veces, actúa impulsivamente. Esta humanidad, lejos de restar valor al personaje, lo hace más cercano y atractivo al espectador. La película no idealiza el heroísmo, sino que lo presenta como una lucha constante, un proceso de aprendizaje y autodescubrimiento.

La dirección de Macín se aprecia en la ambientación, que recrea con fidelidad el ambiente crudo y auténtico de los barrios marginales de Buenos Aires. Las escenas en las calles, los mercados y los edificios deteriorados no son meros fondos de pantalla, sino que contribuyen a construir la atmósfera y a transmitir la realidad social que se presenta en la película. Sin embargo, la cinematografía, aunque visualmente atractiva, a veces recae en un estilo demasiado contemplativo, ralentizando el ritmo de la película. El uso del color es deliberado, con predominio de tonos grises y azules, que evocan la melancolía y la desolación, pero en ocasiones podría haber sido más dinámico.

Las actuaciones son sólidas en general. Además de la interpretación de Macín, destacable por su capacidad para transmitir la vulnerabilidad y la determinación de su personaje, la película cuenta con un elenco de apoyo competente. Sin embargo, la trama principal a veces se pierde en subtramas que, aunque interesantes, no aportan mucho a la historia principal. El conflicto central – la lucha por el acceso al agua y la influencia de las multinacionales – es relevante y plantea cuestiones importantes sobre la desigualdad social y la sostenibilidad, aunque su desarrollo podría haber sido más profundo. La banda sonora, aunque presente, no logra establecer una conexión emocional fuerte con la narrativa.

En definitiva, "Zenitram" es una película con potencial que, si bien no alcanza la excelencia, ofrece una mirada fresca y original a la temática del superhéroe. Su enfoque en la historia personal del protagonista, su ambientación realista y su comentario social la convierten en una propuesta interesante para el público que busca algo diferente a las convenciones del género. La película logra, en última instancia, mostrar que el verdadero poder reside en la capacidad de hacer una diferencia, aunque sea en un barrio marginal de Buenos Aires.

Nota: 7/10