Zombie Bro (2020)

“Zombie Bro” es una propuesta audaz, que, a pesar de sus deficiencias técnicas y narrativas, no deja de sorprender por su originalidad y su peculiar visión del género de terror. La película no intenta imitar las fórmulas establecidas de zombis o ciencia ficción; en cambio, abraza la ridícula y la grotesca, construyendo una atmósfera de humor negro que, si bien no es para todos los públicos, consigue mantener al espectador enganchado, aunque a veces con cierta fatiga. La premisa, la hija de un hombre de mediana edad que debe convencer a su alter ego adolescente para salvar a su hermano zombie, es inherentemente divertida y ofrece un punto de partida sólido para un guion más elaborado. Sin embargo, es aquí donde el proyecto se tambalea un poco.

La dirección de David Fauskanger se caracteriza por un estilo visual descarado y una estética deliberadamente campy. Las escenas de acción son exageradas y casi paródicas, con movimientos de cámara frenéticos y efectos especiales que beben de la estética de películas de los 80. Esta decisión estética es, en principio, acertada y refuerza la atmósfera de comedia y locura que se busca transmitir. No obstante, en ocasiones la dirección parece perder el rumbo, optando por un estilo visual desordenado que dificulta la inmersión en la historia. Hay momentos en los que la exuberancia visual se convierte en un factor distractor, y la película podría haber beneficiado de una mayor cohesión en la puesta en escena.

Las actuaciones son un punto fuerte del filme. Daniel Walker, en el papel del padre juvenil, aporta una energía contagiosa a su personaje, equilibrando con éxito el humor y la seriedad necesarias para desarrollar la complejidad emocional del personaje. Su interpretación es natural y convincente, aunque su transformación física, aunque efectiva, podría haberse explotado con mayor profundidad. La joven protagonista, interpretada por Emily Burns, también realiza una labor sólida, demostrando madurez y carisma en su papel. La química entre Walker y Burns es palpable y fundamental para el éxito de la película. No obstante, el resto del reparto carece de mayor protagonismo y sus interpretaciones, en general, son medias.

En cuanto al guion, "Zombie Bro" presenta ideas interesantes, pero también algunos problemas de desarrollo. La trama principal es sencilla, pero se enriquece con algunos elementos inesperados, como la exploración de las dinámicas familiares o la crítica social a través de la figura del "zombie bro". Sin embargo, algunos diálogos se sienten forzados y la estructura narrativa se vuelve algo confusa en el segundo acto. Además, la película se demora demasiado en la construcción de la amenaza zombie, sacrificando la tensión y el suspense. El ritmo irregular es uno de los principales defectos de la obra, que se beneficia de algunos momentos brillantes, pero también de largos pasajes de diálogo innecesarios. La ambigüedad sobre la verdadera naturaleza de los zombis, si bien puede ser interpretada de diferentes maneras, termina generando incertidumbre que resulta contraproducente.

A pesar de sus fallas, "Zombie Bro" es una película que merece la pena ver por su originalidad y por su capacidad para subvertir las expectativas del espectador. Es un filme con un corazón que se echa de menos y con un potencial que no logra aprovechar del todo, pero que sin duda deja una impresión duradera en el espectador.

Nota: 6/10