Cómo entrenar a tu dragón 2 (2014)

“Cómo entrenar a tu dragón 2” no es solo una secuela; es una expansión audaz y visualmente deslumbrante del universo creado por Cressida Cowell. Después del éxito inicial, la película se adentra en territorios desconocidos, tanto geográficos como narrativos, ofreciendo una experiencia que, aunque a veces resulta algo dispersa, recompensa al espectador con una aventura épica y llena de momentos memorables. Chris Sanders y Dean Norris han logrado mantener la esencia de la primera entrega, la calidez, el humor y la profunda conexión entre el humano y el dragón, pero añadiendo una capa de complejidad y un arco argumental más rico.

La dirección de Sanders se distingue por su dominio de los efectos visuales y la coreografía de las escenas aéreas. La película se despliega con una elegancia asombrosa, utilizando la cámara para capturar la inmensidad de los cielos y la majestuosidad de los dragones. Los vuelos son espectaculares, con coreografías que parecen desafiar la física, y la película logra transmitir el asombro y el peligro inherentes a la convivencia entre humanos y estas criaturas. Sin embargo, esta abundancia de acción a veces puede resultar un poco abrumadora, diluyendo el ritmo y la intensidad del drama.

Las actuaciones son sólidas en general, pero la verdadera joya es la interpretación de Jacob Thompson como Hipo. A diferencia de Jonah Hauer-King en la primera entrega, Thompson inyecta una madurez y un conflicto interno palpables a su personaje. Su lucha entre la tradición vikinga y su creciente lealtad a los dragones es el núcleo emocional de la película y Thompson lo ejecuta con una convicción admirable. La presencia de America Ferrera como Astrid es igualmente importante, mostrando una evolución de su personaje que le otorga un rol más activo y desafiante. Las interpretaciones de los secundarios, como Gerard Butler como Stoick el Viejo, también son convincentes, aunque su rol, en comparación con la primera película, se siente un poco reducido.

El guion, escrito por el dúo Sanders y Norris, se beneficia enormemente de la ambición que le otorga. El descubrimiento de la cueva de los dragones salvajes no es solo un añadido espectacular; abre un nuevo universo de posibilidades y explora temas como la defensa de la diversidad, la importancia de la tradición y el choque entre el conocimiento ancestral y la innovación. La introducción del guardián, interpretado con una solidez silenciosa por Matthias Schweighofer, aporta una capa de misterio a la trama y plantea preguntas sobre el origen de los dragones y el destino del mundo. Sin embargo, el guion también se ve afectado por una cierta dispersión, con la introducción de subtramas secundarias que, aunque interesantes, no siempre se integran de forma fluida en la narrativa principal. El ritmo, como se ha mencionado, sufre por ello.

Nota: 7.5/10